sábado, 21 de junio de 2014

3° Aporte La Rica Historia de una Institución de Historia. Los 78 años de la Junta de Estudios Históricos de Catamarca

La Rica Historia de Una Institución de Historia
Los 78 Años de Vida de la
JUNTA de ESTUDIOS HISTÓRICOS CATAMARCA
3° Aporte 
A no dudarlo, los Boletines de la Institución, 
                                     
desde aquel lejano 15 de mayo de 1935, fueron cimentando y dejando constancia del fructífero trabajo de investigación científica,                      











del movimiento bibliográfico de los
intelectuales del medio 

y de las tareas de proyección cultural que encaró la Junta de Estudios Históricos de Catamarca.

En esta tercera aproximación al accionar de la organización, entidad que siempre procuró mantenerse alejada de los movimientos e influjos del poder político del medio, 


quiero, tomando los apuntes del libro en preparación “Catamarca en Letras de Imprenta - Desde los Orígenes al 2013”, destacar algunas de la ricas producciones impresas a lo largo de los 78 años.
El Boletín del Año IX, con los trabajos realizados entre 1960 y 1968, fue publicado en 1971 bajo la dirección de Gerardo Pérez Fuentes y Gaspar Horacio Guzmán.


Incluye “Pictografías de Catamarca”, uno de los varios artículos que Ángel Baltazar Segura produjo sobre las manifestaciones culturales de los habitantes originarios que poblaron el este de mi provincia.
Recordemos la importancia del accionar de Segura, como docente e inspector de establecimiento educacionales, en los departamento de Ancasti, Capayán, El Alto y La Paz, que le permitieron conocer los innumerables aleros y cuevas con registros pictográficos.
Esas exploraciones de Ángel Baltazar en terrenos de difícil y dificultoso acceso, tuvieron en los datos y orientación de Amalio Correa Soria una orientación fundamental.

El maestro Amalio, nacido en la villa de Ancasti, al desarrollar docencia en las jurisdicciones de Capayán, El Alto, La Paz y Santa Rosa, tuvo la oportunidad de revelar entre 1905 y 1945, acompañado por los lugareños, los sitios arqueológicos de “Ampollas”, “Campo de las Piedras”, 

“La Candelaria”,


“El Vallecito”, (ahora La Toma)


“La Resbalosa”, 


“La Tunita”  
                                           

y “La Quebrada del Tipán”
           
El ancasteño, egresado en 1904 de la Escuela Normal de Maestros de Catamarca, proporcionó datos certeros sobre la riqueza de los sitios indígenas entre otros, a su colega Segura y a mi abuelo paterno Basilio Avellaneda.
Ángel Baltazar Segura, curioso, tenaz e incansable, fue siguiendo los datos del maestro Amalio, dejando registro de los sitios arqueológicos de “Ampollas”, “Campo de las Piedras” y de “La Candelaria”, en sus escritos y documentos para el Boletín de la Junta de Estudios Históricos.
Otros Miembros de Número, con posterioridad, entregaran investigaciones sobre los sitios referenciados por Amalio Correa Soria.
A partir de 1967 el arqueólogo Nicolás de la Fuente produjo artículos sobre “La Tunita”, en Ancasti; 
                           
y “El Vallecito” (ahora denominado La Toma), en Icaño.
El odontólogo y arqueólogo aficionado Omar Augusto Barrionuevo 
estudió los sitios de "La Quebrada del Tipán” y “Nana Huasi”
                      
en el cordón de las Sierras de Ancasti; 
que también serían dados a conocer en sus Cuadernos de Antropología Catamarqueña.
El arqueólogo Néstor Kriscautzky tiene investigaciones en marcha en sitios del departamento Capayán y en Babiano, departamento La Paz.
Cabe destacar que Kriscautzky, actual docente de la Escuela de Arqueología,  realizó en colaboración con el también arqueólogo José Togo, el mapeo de los sitios con reservorios de los pueblos originarios en el Valle Central de Catamarca.
                       
Fruto de esa investigación fue el descubrimiento del doctor Alberto Rex González de la Pirámide de Choya, segunda estructura en su tipo de la Cultura Aguada, ubicada en las cercanías de Huillapima, departamento Capayán.
La primera, también revelada por Rex González y considerada como manifestación única en su tipo en el país, se encontraba en el departamento Ambato en La Rinconada, lamentablemente arrasada por orden de un directivo responsable de un diferimiento agrícola para efectuar una plantación de coníferas.
                                            
A continuación del artículo de Segura, la realización editorial del Boletín del Año IX acerca el trabajo “Pobladores, Poblaciones y Poblamiento del Valle de Catamarca”, de Gaspar H. Guzmán; una nueva investigación sobre notables del clero religioso catamarqueño de Ramón Rosa Olmos  al escribir sobre “Monseñor Luís José Gabriel Segura y Cubas”; y una aproximación a “La Conquista Espiritual del Tucumán”, de Gabriel Oggierde. 
            
         El desaparecido Juan B. Alanís Ocampo es el responsable de entregar información sobre las “Nomenclaturas de las Calles de Catamarca”;  Pedro Ignacio Galarza abre opinión acerca de “Catamarca y el Pronunciamiento de Urquiza”; el investigador cordobés Efraín U. Bischoff hace su semblanza de “Don Ramón Gil Navarro, un Hombre del Interior”; y Rafael Eusebio González escribe acerca de “El Dr. Pablo G. Lorentz en Laguna Blanca, Catamarca, en 1872”.
         Un sector destacado del Boletín, y fiel reflejo de la importancia asignada a la tarea editorial, lo constituye la presencia del capítulo de Notas Bibliográficas.
    Salen las referencias del Tomo I del “Primer Congreso de Historia de Catamarca”, con sus secciones de Historia Política e Institucional, Crónicas, Ponencias y Trabajos; del Tomo II, incluyendo los capítulos referidos a la Historia Cultural, Eclesiástica, Social y Económica, libros realizados en 1960 y 1965, respectivamente.
                             
     Rafael Eusebio González es el autor de  “La Fausta Coronación de una Empresa Cultural. Con motivo de la aparición del Tomo III del Primer Congreso de Historia de Catamarca”, editado en 1967.
Gaspar H. Guzmán titula “Una ponderable obra histórica: Historia de La Rioja y Pueblos (1862-1930)”, al analizar el libro de Armando Raúl Bazán.
Federico Emiliano Pais es el responsable de destacar la trascendencia de la aparición de la “Historia Contemporánea de Catamarca”, del presbítero Ramón Rosa Olmos; y  Pedro Ignacio Galarza comenta el aporte de Rafael Eusebio González sobre  el empresario y emprendedor “Don Adolfo Esteban Carranza, el Wheelwright de Catamarca”.
         El capítulo de las Crónicas del Boletín incluyen los artículos de Juan B. Alanís Ocampo y su “Adhesión de la Junta al 256° aniversario de Santa María”; Pedro Ignacio Galarza comenta el “Primer Congreso de Historia del Tucumán”; Gaspar H. Guzmán destaca la “Presencia de la Junta en el 332° Aniversario de la fundación de Pomán”, y “La Junta de Estudios Históricos de Catamarca festejó las Bodas de Plata de su presidente, presbítero Ramón Rosa Olmos”.
                                         
            En la misma sección Armando Raúl Bazán tiene tres ponencias:
“Veinticinco años al servicio de Nuestra cultura”; “La Junta de Estudios Históricos de Catamarca en el treinta aniversario de su fundación. Valoración de su trayectoria cultural”; y “Excepcional relieve tuvo el IV Congreso Internacional de Historia de América”. Finalmente Ángel B. Segura enfatiza la trascendencia del “XXXVII Congreso Internacional de Americanistas”.
         Las Notas Necrológicas están a cargo de Ramón Rosa Olmos sobre el “Dr. Alfredo Gárgaro”; Gerardo Pérez Fuentes destacando a “Don José Torre Revello, Ejemplo de Autodidacta”; Armando Raúl Bazán a “Manuel Lizondo Borda”; y Ramón Rosa Olmos al “R. P. Fray Luís Córdoba”.
Cierro estas breves consideraciones  consignado la composición de la
Mesa Directiva de la Junta de Estudios Históricos de Catamarca en el año 2009:
Presidente, Armando Raúl Bazán; Vicepresidente Federico Raúl Argerich; Secretaria,
Gabriela de la Orden de Peracca; Tesorera, Nilda Correa de Garriga; y Secretaria Mirta
Azurmendi de Blanco.

  R. Alberto Avellaneda

                                   “Enciclopedia Periodística Quien es Quien en Catamarca”

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