La Danza de los Felinos y los
Shamanes
Nuevas Pictografías de la
Cultura Aguada
en los Aleros de San Francisco
4ta. Nota
El cuarto de los Aleros de San Francisco, ubicados en
el departamento de Ancasti, ocupa el extremo norte de una línea con orientación
sudoeste noreste que arranca al sur con el Alero del Sapo,
continúa con el
Alero del Palo Borracho
y sigue con el Alero de los Morteros.
El Alero de los
Cuevas
tiene conformación ligeramente ovoide,
de 10 por 15 metros.
Está asentado
sobre una placa rocosa que lo eleva del suelo,
surcado por cauces de
arroyos secos que corren siguiendo la pendiente oeste a este de los sierras de
Ancasti.
Inmerso en el bosque
de cebil que caracteriza a la zona, presenta una cubierta en forma de pátina de líquenes y musgos,
con numerosos
claveles del aire en el extremo que mira al norte.
Es interesante
destacar la proximidad, hacia el norte y en dirección a la localidad de Icaño,
en el departamento La Paz,
del yacimiento de pictografías de la Resfalosa,
en
las inmediaciones en donde los guías turísticos Fernando Cisternas Avellaneda y
Diego Acevedo
levantaron un interesante observatorio de avistaje de aves.
A diferencia de los
Aleros del Sapo, del Palo Borracho y de los Morteros, con los accesos mirando
al sur y al este, el Alero de las Cuevas tiene su entrada por el extremo norte.
Tras subir con algún
esfuerzo la placa rocosa sobre la que se asienta,
se accede a tres pequeñas
cuevas perfectamente conformadas por la erosión en la roca.
En la oquedad a la
derecha de la entrada es observable una
manifestación pictórica única en su tipo,
con una representación en conjunto
que no habíamos detectado con anterioridad en los Yacimientos de La Tunita, de
La Toma y de La Resfalosa.
Sobre la profusión de
representaciones de las imágenes de los personajes del “Sacrificador”
y de los
“Shamanes” del Alero del Sapo,
típicas de la Cultura Aguada; de las iconografías impactantes del
“Sacrificador” en el Alero del Palo Borracho
y de las expresiones en oquedades de morteros creadas para la molienda y preparación de semillas del cebil con fines
alucinógenos y religiosos del Alero de los Morteros;
llama de atención la
existencia en el Alero de las Cuevas de una pictografía de conjunto dedicada
específicamente al Culto de los Muertos.
El conjunto incluye
tres figuras,
realizadas con trazos gruesos empleando una pintura blanca
lechosa; con un importante panel de nidos de avispas a su izquierda.
Las pictografías de
los extremos representan dos cabezas humanas y la del centro el cuerpo completo
de un niño.
La cabeza de la
izquierda tiene un parietal ancho que se va estrechando hacia la mandíbula, con
una nariz gruesa con una ligera desviación en la parte central, sin indicación
de boca pero si de finalización marcada de mandíbula. Los ojos están indicados
con círculos pequeños, sin detalles de cabellos ni adornos cefálicos.
La estructura de la
figura de la derecha presenta una forma ligeramente triangular, con mandíbula
bien marcada. La representación de la nariz tiene una marcación más fina, con
indicación bucal consistente en un pequeño punto. Los ojos son más destacados
que en la pintura de la izquierda y el trazo grueso sobre la frente estaría
indicando un esbozo de peinado.
En las dos pictografías no hay señalamiento de
cuello.
La figura central de
cuerpo completo tiene la apariencia de un niño con torso y extremidades
inferiores envuelto en una cobertura, con señalamiento de pequeños brazos.
El
rasgo distintivo lo da el trazo lleno de toda la representación, en donde las
indicaciones de ojos y boca están dadas por la ausencia de pintura.
Esta
pequeña figura lleva un adorno cefálico consistente en dos cuernos.
Aparentemente el
panel del conjunto,
con la cabeza del hombre a la izquierda, la cabeza de la
mujer a la derecha y el cuerpo entero del infante en el medio, estaba acompañado
en la parte inferior de otras pinturas que los elementos corrosivos hacen
imposible identificar.
De las dos cuevas
restantes, muy atacadas por elementos deteriorantes,
en solo una es perceptible
una pictografía incompleta de una llama.
R. Alberto Avellaneda
Enero de 2013, San
Francisco, departamento Ancasti, provincia de Catamarca.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario